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Lo que pienso, lo que leo, lo que dicen, lo que deduzco e induzco, lo que imagino, lo que noto, lo que oigo, lo que veo, lo que sé y lo que no sé sobre la voz y la comunicación.

domingo, 15 de mayo de 2011

Argumentos en contra de la relajación ( I )


Relajación y voz:  un oxímoron peligroso.

Nos hemos acostumbrado a asumir que la relajación es un estado deseable, aspiramos a caminar relajados, a trabajar relajados, a escuchar, incluso a hablar manteniendo el estado de relajación . 
Sin embargo, perseguimos un imposible; ninguna actividad es compatible con el estado de laxitud. Para realizar cualquier acción o incluso cualquier movimiento precisamos un nivel de esfuerzo. Esfuerzos diferentes para acciones diferentes, pero siempre esfuerzo.

relajar.
(Del lat. relaxāre).
1. tr. Aflojar, laxar o ablandar. U. t. c. prnl..
10. prnl. Dicho de una parte del cuerpo del animal: Laxarse o dilatarse por debilidad o por una fuerza o violencia que se hizo.
13. prnl. Conseguir un estado de reposo físico y moral, dejando los músculos en completo abandono y la mente libre de toda preocupación.
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La producción de la voz depende del trabajo coordinado de los órganos que se ocupan de la respiración, vibración y amplificación.
Producir sonido audible a partir de unos repliegues que miden entre 1,4 (en mujeres) y 2,5 cm (en hombres)  y que se encuentran en un órgano suspendido (la laringe), requiere un importante trabajo muscular.

Cuando el resto del cuerpo se desvincula de la tarea, buscando estar relajado,  la laringe pierde la firmeza que deberían darle los apoyos de la musculatura extrínseca y realiza el esfuerzo ella sola, produciendo con esto no sólo peor resultado, sino también  un mayor riesgo de sobrecarga  laríngea con las consecuencias que ello conlleva: cansancio vocal, nódulos, pólipos...
Para entenderlo comparemos cómo resulta nuestra firma en las pantallas de pago con tarjeta, frente a cómo lo hace cuando tenemos apoyado el antebrazo. El apoyo del antebrazo facilita que el pequeño movimiento de muñeca y dedos se produzca de manera mas fluida, podríamos firmar muchas veces antes de cansarnos, mientras que bastará firmar al aire media docena de veces para que notemos  a nuestros músculos protestando. Y no podremos hacerlo, ni de una forma ni de la otra, si estamos relajados.
Lo mismo ocurre con la laringe, por un lado, si está en reposo no producirá vibración y por ende no habrá sonido, y por otro, si algunos de los grandes músculos de la espalda, pecho y cuello están activos (es decir, contraídos y no relajados) le servirán de soporte, mientras que si no lo están se verá bastante dificultada su tarea (como al firmar al aire). 

Los repliegues vocales, antes llamados cuerdas vocales, se abren y cierran entre 150 y 250 veces ¡por segundo!, al tiempo que la laringe completa sube y baja en nuestro cuello  (puedes comprobarlo mientras cantas con distintos tonos). Estas maniobras de ascenso y descenso laríngeo las realizan alternativamente dos grupos de músculos que tienen una inserción en el hueso hioides (el único del cuerpo que no se articula con ningún otro) y la otra en una estructura fija: cráneo, maxilar, esternón...



Del hueso hioides pende la laringe, así que cuando los músculos que sujetan al hioides se contraen logran subir o bajar el hioides y en consecuencia subir o bajar  la laringe.
Es un gran trabajo realizado a velocidades de vértigo por un órgano suspendido en el cuello, que, tal y como ha quedado argumentado, es incompatible con la relajación laríngea y peligroso si se pretende realizar con el resto del cuerpo desvinculado.



Si lo deseas puedes seguir leyendo sobre este tema en las entradas: Argumentos en contra de la relajación II y III

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